Hacia 1880, Concordia carecía de un centro social, lo que fue objeto de críticas continuas en los periódicos locales; indicando una necesidad de la época, a la que solo daría satisfacción un club social; tanto que en una nota editorial publicada por lo que fue un importante periódico de la época llamado “Semanario Comercial”, su director en relación a la necesidad de contar con un club social, expreso: “…Habiendo asociación hay vida, animación, progreso y todo lo que quiera en los pueblos, por le contrario con el aislamiento, la apatía, el egoísmo, se labra la tumba en que van a parar todas las ideas, el carácter y hasta el espíritu público de los pueblos..”.; señalando también en otra de sus expresiones: “….impropio y censurable por demás, es que en una población de la importancia de esta, no haya ni un casino, ni una sala comercial, siquiera, que pueda servir de punto recíproco de las gentes, que de tanto provecho, es en las sociedades cultas y civilizadas…” agregando “…aquí ha sentado sus reales, la apatía social….”.
Las apuntadas reflexiones son ilustrativas del sentir de la época, lo que llevó a que los dirigentes del momento, constituyeran a partir de la fusión de dos sociedades musicales, denominadas “La Marina” y “Cloroformo”, el “Casino Comercial”, lo que ocurrió el 22/1/1882.
El “Casino Comercial” se convirtió en el centro de la actividad social de la ciudad de Concordia; celebrándose en sus instalaciones las más destacas reuniones, especialmente las fiestas con que se recordaban las fechas patrias y los acontecimiento de trascendencia nacional, como por ejemplo la famosa reunión con la que se celebró el fin del gobierno de Miguel Juárez Celman, lo que ocurrió el 10 de agosto de 1890; ocasión que también es recordada por haber sido la primera vez que los salones se iluminados con luz eléctrica.
También es de destacar que alrededor de 1895, se instaló en los salones del “Casino Comercial”, el primer fonógrafo que llegó a Concordia, lo que hizo que muchísimas personas concurrieran a experimentar la novedad de escuchar piezas musicales, mediante un sistema de reproducción.
Siguiendo esa impronta, el “Casino Comercial” fue centro de una intensa actividad social; lo que llevó a ocupar un destacado rol como centro de los acontecimientos ciudadanos.
Y ante el desenvolvimiento que tenía la Institución, los socios considerando que el nombre de “Casino Comercial” no expresaba adecuadamente la verdadera misión en la vida social ni el prestigio que había adquirido; en una numerosa asamblea celebrada en el mes de marzo de 1910, se resolvió cambiar el nombre por el de “Club Progreso”.
Así, desde 1910 el club social de Concordia, es el Club Progreso y como antes el “Casino Comercial”, siguió siendo el centro de encuentros sociales y de desarrollo cultural, así como de presencia en los acontecimientos de la ciudad, habiendo sido sus salones el ámbito en el que se recibieran presidentes y personalidades nacionales y extranjeras.
Es de destacar, que durante mucho tiempo la sede del Club estuvo en el edificio ubicado en la intersección de las calles Pellegrini y Bartolomé Mitre, donde hoy funciona un “Centro Cívico” de la ciudad; hasta que en el año 1933 ante la necesidad de contar con un edificio acorde con la importancia de la presencia del “Club Progreso” en la Ciudad, sus socios resolvieron la adquisición y adecuación del inmueble en el que hoy se encuentra la sede del Club, en la calle Pellegrini entre las calles Corrientes y Salta.
Este nuevo edificio permitió el desarrollo de más actividades de recreación, como la cancha de “pelota a paleta”; pileta de natación, espacios para esgrima, gimnasio, sauna y otras actividades.
Las actividades señaladas, han generado el marco para la concurrencia de la familia de los socios, dándole una intensa vida.
En su nueva localización y hasta nuestros días, el “Club Progreso” siguió y sigue siendo centro de importantes actividades sociales y culturales y un lugar tradicional y emblemático de la ciudad de Concordia.

